16.     Dice el Dictamen del Senador Javier Díez Canseco Cisneros, (en adelante Informe Díez Canseco) en sus partes pertinentes:

 

          I.        CRONOLOGÍA DE LAS ACCIONES DE LA COMISIÓN

 

                   1.       El 17 de mayo se presentan en la sesión del Senado dos propuestas para la formación de una Comisión Investigadora sobre los sucesos denunciados.

 

                   2.       El 20 de mayo, el S.S. Javier Díez Canseco viaja con los diputados Aristides Valer, Yehude Simón, Frine Peña, Gustavo Espinoza, Fernando Olivera y Germán Medina a Cayara a recoger indicios de los hechos. Esta Comisión se entrevistó en Ayacucho con el Coronel Rafael Córdova Rivera, Inspector de la Segunda División de Infantería y con el Fiscal Escobar Pineda; igualmente recogió los testimonios de un total de 15 testigos en Cayara.

 

                   3.       El 23 de mayo, el S.S. Díez Canseco informa a la Cámara sobre el viaje que realizó. Se aprueba la formación de la Comisión.

 

                   4.       El 27 de mayo se instala la Comisión.

 

                   5.       El 30 de mayo, sesiona la Comisión para recepcionar el testimonio de Monseñor Beauzeville y del Dr. Raúl Ferrero, Decano del Colegio de Abogados, miembros de la Comisión Gubernamental que visitó Cayara el 20 de mayo.

 

                   6.       El 5 de junio, primer viaje de la Comisión a Ayacucho y Cayara, durante éste se sostiene una conferencia con el Comando Político Militar encabezado por el Gral. Valdivia. Ésta comprendió dos partes: la exposición de la versión militar de lo ocurrido en la zona de Cayara desde el día 13 de mayo y los avances de la investigación dispuesta por la inspectoría del Ejército sobre las denuncias. Al día siguiente se trasladó a Erusco y a Cayara, donde no entrevistó a los testigos que el 20 de mayo declararon ante el Fiscal Escobar, el S.S. Díez Canseco y otros parlamentarios.

 

                   7.       El 21 de junio, reunión de la Comisión para entrevistar a los señores Ministros de Justicia y Defensa.

 

                   8.       El 21 de agosto, segundo viaje de la Comisión a Cayara.

 

                   9.       El 9 de mayo de 1989, entrega del Dictamen de la Comisión.

 

          II.       MARCO GENERAL DE CAYARA

 

          1.       Características geográficas y poblacionales

 

          1.1.    Ubicación

 

                   El pueblo de Cayara, capital del distrito del mismo nombre, está ubicado aproximadamente 140 kms. al sur de la ciudad de Ayacucho, en la provincia de Victor Fajardo, a 3164 msnm. El distrito comprende los anexos de Jeshua, Mayupampa, Erusco y Chincheros.

 

          1.2.    Analfabetismo

 

                   El índice de analfabetismo –según el Censo de 1981—es altísimo; alcanza el 50.49% sobre una población de 2216 habitantes mayores de 5 años. Esto es dos veces y medio el promedio nacional, que es 20.9%.

 

          1.3.    Población económicamente activa

 

                   En el mencionado Censo, de una PEA de 579 personas, el 87% (505) estaba dedicada a la agricultura. Esta PEA agrícola es muy superior al promedio ayacuchano, que es de 69.3%. Anotamos que Ayacucho es un Departamento de pobre productividad agrícola, siendo el tercero en el país en cuanto a PEA ocupada en el campo, su producto bruto interno agrícola sólo lo sitúa en el 12 entre todos los departamentos.

 

                   Por otro lado, el 3.4% de la población (20) estaba dedicada a servicios diversos, incluidos los burocráticos estatales (correos, gobierno local, etc.). El 1.3% estaba dedicada al comercio. La actividad manufacturera es incipiente; sólo ocupa al 0.8% (5 personas). El 4.9% (26) están dedicadas a actividades diversas no específicas.

 

                   La PEA desocupada sólo ascendía a 2.76% (16), sin embargo no existen datos de subempleo y esta cifra resulta engañosa, puesto que tratándose de una comunidad agrícola, el campo absorbe gran cantidad de PEA sub y desocupada, concentrando más mano de obra de la necesaria en los sembríos comunales o familiares.

 

          2.       Características electorales

 

                   Según el Jurado Nacional de Elecciones, en 1985 la población total era de 2595 habitantes, de los que 667 comprendían la población electoral (entre 18 y 70 años). Durante las últimas elecciones generales participaron sólo 488 electores (73% del total) resultando el mayor número de votos, 268, nulos o en blanco (54.91%). El PAP obtuvo 180 votos (36.88%), Izquierda Unida 23 (4.71%) y los otros grupos políticos sólo 17 votos (3.48%).

 

          3.       Características militares de la zona

 

                   En opinión de los mandos militares, el control del territorio en el que se encuentra Cayara ha tenido gran importancia estratégica en todos los conflictos armados que lo han atravesado a lo largo de la historia. “Esta característica está presente en la actualidad, de ahí la importancia que la subversión le concede”. (Testimonio del Gral. Sinesio Jarama a la Comisión Accomarca en 1985).

 

                   La zona ha sido calificada por las FFAA como “ROJA”, es decir de alta incidencia de actividad senderista. En consecuencia el Ejército ha situado Bases Contra-subversivas (BSC) en las localidades de San Pedro Hualla, Colca, Huancapi y Pampa Cangallo. A partir de los sucesos de Cayara se ha instalado una nueva BCS en la escuela del pueblo. El comando de toda esta zona es el de la BCS de Pampa Cangallo, el que a su vez depende del Comando de la Zona de Seguridad Nacional Nº 5, que hasta el 31 de diciembre de 1988 estaba encabezado por el General de Brigada EP José Valdivia Dueñas.

 

                   Desde el principio de la acción contrainsurgente, las fuerzas del orden han actuado desplazando, de hecho, a las autoridades civiles –incluyendo al Poder Judicial y el Ministerio Público—y enervando sus facultades legales. En consecuencia los Fiscales y Jueces de provincia (que comprenden los últimos escalones de la magistratura) enfrentan serias limitaciones para la defensa de los derechos constitucionales, cuando son afectados por elementos militares o policiales.

 

                   La vigente Ley 24.150, que norma el control militar de las zonas bajo estado de emergencia, colocó al Comando Político Militar como autoridad suprema, desplazando de jure a las autoridades civiles. Además, establece que los miembros de las FFAA serán juzgados por el Fuero Privativo Militar si cometen delitos en estas zonas. Esto ha llevado a que muchas violaciones de DDHH que llegan a ser denunciadas al Poder Judicial, sean derivadas a jueces militares en donde esos actos son entendidos como excesos funcionales (delitos de función) y no como crímenes comunes y, en consecuencia, sancionados, cuando lo son, con penas pequeñas.

 

          III.      EL DESARROLLO DE LA VIOLENCIA EN LA ZONA DE CAYARA DESDE 1980

 

                   Desde mayo de 1980, en el distrito de Cayara y en los distritos cercanos, que comprenden parte de las provincias de Victor Fajardo, Vilcashuamán y Cangallo, se han desarrollado acciones armadas de Sendero Luminoso. Asimismo, denuncias recibidas por el Ministerio Público, parlamentarios, la Iglesia y organismos no gubernamentales de DDHH, especialmente a partir de 1983 (año del ingreso de las FF.AA a Ayacucho), dan cuenta de graves violaciones a Derechos Humanos y Constitucionales, producidas por las fuerzas del orden en el marco de la acción contrainsurgente.

 

                   El 29 de julio de 1980 en Huancapi, capital de la provincia de Victor Fajardo, Sendero Luminoso dinamitó la puerta del municipio y dejó cargas explosivas en la casa del Sub Prefecto y en la oficina de correos. Se trata del hecho más antiguo del que haya quedado registro.

 

                   Meses después, en enero de 1981 la campesina Georgina Gambia (16 años) fue detenida junto con sus padres en la comisaría de Vilcashuamán; ahí mismo ella y su madre fueron violadas por seis policías. Tres meses después fueron liberadas sin explicaciones, posteriormente ambas darían a luz niños concebidos en la violación.

 

                   El 12 de octubre de 1981, el Gobierno decreta el Estado de Emergencia en las provincias de Huamanga, Cangallo, Victor Fajardo, La Mar y Huanta, del departamento de Ayacucho (Decreto Supremo 026-81-IN), manteniendo a las Fuerzas Policiales bajo la dirección del Ministerio del Interior, en el control de la zona. Desde entonces el estado de excepción se vendrá prorrogando sucesivamente y ampliando en su radio de afectación.

 

                   El 24 de diciembre de 1981, según informe periodístico, una columna senderista tomó el pueblo de Cayara, destruyendo las oficinas de telégrafos y la de gobernación.

 

                   El 14 de julio de 1982, la prensa informó que una columna de aproximadamente 25 senderistas atacó nuevamente el pueblo matando al gobernador, destruyendo la oficina de correos, el colegio y reuniendo a la población para darles una arenga política.

 

                   El 24 de octubre de 1982, en Huancapi, la policía afirma descubrir una escuela política de Sendero Luminoso, deteniendo a 30 personas; poco después, como consecuencia de las investigaciones, se producen detenciones de numerosas personas en Cayara.

 

                   El 30 de diciembre de 1982, se dicta el Decreto Supremo 068-82-IN, disponiendo la intervención, en el control de la zona, de las Fuerzas Armadas, principalmente del Ejército y de la Marina de Guerra. Este Decreto abarcaba ya a las provincias de Huanta, La Mar, Cangallo, Huamanga y Victor Fajardo (Ayacucho), Andahuaylas (Apurimac) y Angaraes (Huancavelica).

 

                   El 1º de enero de 1983, en la comunidad campesina de Parcco (distrito de Vilcashuamán), efectivos del ejército secuestran a Marino Castillo Espinosa y Teodosio Castillo Gamboa.

 

                   El 4 de enero de 1983, en la comunidad de Llusita (distrito de Huancapi), efectivos militares de la base de Cangallo, produjeron el secuestro y la posterior desaparición de Lucio Bautista Arcos (22), Pelayo Bautista Esquivel (19), Agustín Bautista Melgar (21), Luis Chumbe Meza (28), Jacinto Meza Quispe (38), Maurelio Meza Quispe (30), Juan Meza Vásquez (29), Rómulo Oré Alegria (40), Santos Quispe Chipana (18), Leoncio Quispe Meza (38) y Marino Vásquez Quispe (23).

 

                   El 19 de enero de 1983, en Accomarca, efectivos militares dan muerte al poblador Zózimo Teccsi (denuncia recogida por Com. Accomarca).

 

                   El 26 de enero de 1983, según denuncias de los pobladores, una patrulla de “Sinchis” de la Guardia Civil, incursionó en el distrito de Huambalpa (Vilcashuamán), asesinando a Macedonio Prado Lizarbe e hiriendo a siete personas, entre ellos a un hijo de Prado, de 10 años. Asimismo robaron artefactos eléctricos, dinero y ganado.

 

                   El 14 de febrero de 1983, en Huambalpa, una patrulla combinada del ejército y la policía, dio muerte a Cresenciano Azursa y a Lino Pujaico, torturó a otros seis pobladores e incendió tres viviendas y el Consejo Municipal.

 

                   El 25 de agosto de 1983 en el distrito de Vischongo (Vilcashuamán) sería secuestrado por fuerzas combinadas del ejército y de la policía, Panfilo Chucón Prado (35). Días después, el día 30, correría igual suerte su hermano Félix (27), a manos de efectivos del ejército. Llevados detenidos ambos al Cuartel de Anquipata, sus familiares denunciarían su posterior desaparición.

 

                   El 2 de septiembre de 1983, en Accomarca, soldados matan a 11 personas, incluyendo dos criaturas: Félix Pulido Palacios (73), Adriana de la Cruz Pulido (75), José Quispe Pulido (34), Maura Baldeón de Quispe (28), José Quispe Baldeón (2), Janet Quispe Baldeón (4), Apolinaria Huamán de Quispe (21), Carlota Baldeón vda. de Quispe (75), Susana Pulido vda. de Quispe (65), Fausta Sullca Mendoza (33) y Marcial Chávez (25) (denuncia recogida por Com. Accomarca).

 

                   Entre el 2 y el 5 de septiembre de 1983, según información periodística, se habría producido en Cayara un enfrentamiento entre el ejército y una columna de senderistas. Se informa de un militar y 40 senderistas muertos, según versión de la FF.AA.

 

                   El 2 de octubre de 1983, la prensa informa, según fuente militar, que se habría producido otro enfrentamiento, entre una patrulla de la policía y un grupo de senderistas, resultando muertos cinco de éstos.

 

                   El 12 de octubre de 1983, en Huambalpa, según denuncia de los pobladores, soldados disfrazados de campesinos asesinan a cuatro personas.

 

                   El 20 de noviembre de 1983, la prensa informa que dos senderistas disfrazados de guardias civiles asaltan un ómnibus y lanzan una proclama a los pasajeros.

 

                   El 21 o 22 de julio de 1984, dos campesinos habrían sido asesinados en Cayara por senderistas, según información periodística.

 

                   El 21 de agosto de 1984, según informó la prensa, senderistas habrían vuelto a Cayara y asesinado a 12 campesinos.

 

                   El 23 de octubre de 1984, otros cinco campesinos son asesinados, en Cayara, por presuntos senderistas, según los periódicos.

 

                   El 15 de diciembre de 1984, en Cayara, soldados procedentes de la base de Hualla detuvieron al comerciante Lodeciano Crisóstomo Noa, llevándolo detenido a su unidad militar. Posteriormente sus familiares denunciarían su desaparición.

 

                   El 14 de agosto de 1985, en Accomarca, se produjo una de las más graves violaciones de DDHH cometidas por elementos de las Fuerzas Armadas en toda la lucha antisubversiva. Investigada por el Senado, evidenció características similares a la actual denuncia:

 

                   Entre el 1º y el 7 de agosto de 1985 se producen ataques senderistas a las localidades de Sarhua, Caracha y Putaccasa (en que intervienen 80 insurrectos armados con FAL y un número no determinado de metralletas”. Los detenidos interrogados informaron que el destino de esta columna era Accomarca en donde tenían escondidos armamento y pertrechos y que existía una columna senderista denominada “Compañía Accomarca”, con un total de 60 hombres.

 

                   El 8 de agosto envía cuatro patrullas hacia Accomarca, Accmay, Chiuinza, CAYARA y Llocllapampa. Dos de éstas dan muerte a un total de 12 personas, entre hombres y mujeres, no en combate, sino por ser “sospechosos” o por intentar huir ante la llegada de los soldados. No se da cuenta de armas ni documentos subversivos encontrados a los victimados. Tras estos hechos, el 12 de agosto, de acuerdo a un plan aprobado por el Gral. Mori Orzo, entonces Jefe Político-Militar de Ayacucho, las patrullas Lobo, Tigre, Lince 6 y Lince 7 (esta última al mando del Subteniente Telmo Hurtado Hurtado), salen en dirección a la Quebrada de Huancayocc, en donde se encuentra Accomarca.

 

                   Se cree que las dos últimas patrullas actuaron juntas; sin embargo la versión militar afirma que sólo Lince 7 ingresó a Accomarca el día 14 de agosto a las 7:00 horas. Al ver que los pobladores huyen ante su llegada les disparan dando muerte a cinco. Posteriormente capturan a 25, incluso cinco niños, y determinando que “la gran mayoría (sic) eran terroristas”, los concentran en una casa asesinándolos con disparos y granadas incendiarias. Los testigos que lograron huir sostienen que en realidad fueron muertos 39 adultos, 23 niños y que desaparecieron tres personas. (Resumen en base al informe, del 12 de octubre de 1985, de la Comisión Investigadora del Senado).

 

                   Sendero Luminoso afirma (“Desarrollar la Guerra Popular sirviendo a la Revolución Mundial”, publicación clandestina hecha en 1986) que en agosto de 1985, tras la masacre de Accomarca, el ejército optó por una estrategia de reasentamiento poblacional en esta zona, aprovechando una supuesta rendición de campesinos partidarios de Sendero. Paralelamente ubicó bases en cada una de las poblaciones reasentadas, teniendo prioridad (según SL) las de San Pedro de Hualla y de Accomarca (distritos vecinos de Cayara). Sendero Luminoso dice hacerlas atacado todas, bajo la consigna de “romper el yugo militar sobre el campesinado”.

 

                   El 2 de septiembre de 1985, un Comunicado Oficial del Ejército (Nº 012-CCFFAA/RRPP de 26.09.85) informa de un enfrentamiento con senderistas cerca de la comunidad de Bellavista, en que dio muerte a 29 subversivos y puso en fuga a 15 más. Las patrullas habrían seguido en persecución hacia las comunidades de Umaru y Bellavista, sin embargo, días después, pobladores de éstas denuncian a la Cámara de Diputados y al Fiscal de la Nación que el 27 de agosto, el ejército había incursionado y dado muerte a 28 adultos y 35 niños, ocultando sus cadáveres en fosas. Formada una Comisión Investigadora de la Colegisladora, ésta verificó la existencia de lugares “donde habrían existido fosas” y de una fosa, cerca de Bellavista, conteniendo los cadáveres de Paulina Quispe (28) y sus hijos de 9, 6, 3 y 1 año de edad; de Lucila Quispe (35) y sus hijos de 8, 6, 4 y 1 año y medio de edad, y de Clotilde Janampa (40) y sus hijos de 13, 8 y 6 años de edad.

 

                   El 9 de enero de 1986, una columna senderista asesinó a los dirigentes apristas locales Mateo Velenzuela y Eulogio Crisóstomo.

 

                   El 4 de mayo de 1986, soldados del ejército detuvieron en Cayara a Teófilo Choccña Sulca (29). Posteriormente sus familiares denunciarían su desaparición.

 

                   El 10 de mayo de 1986, soldados del ejército detuvieron en Cayara a Teófilo Chocña Sulca (29). Posteriormente sus familiares denunciarían su desaparición.

 

                   El 10 de mayo de 1986 fue detenido en Cayara, Genaro Ccayo Noa (34), empleado del Concejo Municipal, por soldados del ejército. Posteriormente sus familiares denunciarían su desaparición.

 

                   El 30 de agosto de 1986, según denuncia de pobladores de Huambalpa, una patrulla combinada de la Guardia Civil y la Policía de Investigaciones detuvo a 70 personas.

 

                   El 22 de octubre de 1986, el ejército afirma haber sostenido un enfrentamiento con subversivos en las localidades de Parcco y Pomatambo, en Vilcashuamán, resultando muertos 13 de éstos, entre ellos Claudio Bellido Huaytalla, dirigente senderista de la zona conocido como “Caszelli” (Comunicado Nº 74/CCFFAA de 24.10.86). Sin embargo posteriormente se recibe la denuncia de pobladores de estas dos comunidades de que en esa fecha, en el caserío de Pomatambo (distrito de Parcco, en Vilcashuamán), una patrulla de alrededor de 50 soldados incursionó y detuvo a siete pobladores (entre ellos el alcalde y el Presidente de la Comunidad), torturándolos y conduciéndolos después al pueblo de Parcco, en donde llegaron al día siguiente y detuvieron a otros seis (incluyendo a dos ancianos de 84 años, dos niños de 12 y 4 años). Posteriormente estas 13 personas serían asesinadas y sus cadáveres quemados.

 

                   En abril de 1987, según el ejército (*), se produjo en Cayara una emboscada a una patrulla, resultando un vehículo destruido.

 

                   En abril de 1988 (*), en Mayupampa –anexo de Cayara--, se produce otro enfrentamiento en el que resultan muertos seis senderistas.

 

                   El 6 de mayo de 1988 (*), Sendero Luminoso asesinó al ingeniero Tito Alanya Paucarhanca, Secretario General del APRA en Huancasancos y Gerente de la Micro-región, atacando y destruyendo su vehículo.

 

                   El 11 de mayo de 1988 (*), se hostigó con disparos a la BCS de San Pedro de Hualla, resultando muerta una senderista que, según el ejército, había sido vista anteriormente varias veces en Cayara.

 

          IV.      LA EMBOSCADA DE ERUSCO

 

                   1.       Sostiene el ejército que el día 13 de mayo de 1988, en la noche, un convoy del ejército integrado por dos camiones UNIMOG se desplazaba en la localidad de San Pedro de Hualla hacia Huancapi. El vehículo que viajaba adelante estaba al mando del Teniente EP García Bustamante –identificado como “Roble”—y lo ocupaban 10 soldados más; el vehículo que iba a retaguardia lo ocupaba el Capitán EP José Miguel Arbulú Sime –identificado como “Mosca”—(32 años), comandante del convoy, además de ocho soldados.

 

                   Aproximadamente a las 11:30 p.m., después de pasar por el pueblo de Cayara y a unos 1.5 o 2 kms. de éste, en el paraje denominado Erusco, senderistas emboscados detonaron, a distancia y mediante dispositivos eléctricos, dos cargas de dinamita previamente enterradas en el camino, volando el vehículo del Capitán Arbulú. La versión afirma que el otro vehículo se detuvo de inmediato, salvando de ser alcanzado por tres cargas que hicieron explosión exactamente adelante y que de inmediato se inició el ataque de los subversivos contra el convoy.

 

                   Un sub oficial y un cabo, se afirma, lograron huir llegando a la BCS de Huancapi a la 1.30 horas del día 14, de donde de inmediato es enviada a Erusco la patrulla “Tarántula” que llega a las 5.30 horas.

 

                   Durante el enfrentamiento, que según esta versión se prolongó hasta las 4.00 horas, se sostiene que los soldados pudieron distinguir voces de hombres, mujeres y niños que –en número de 200 a 300—demandaban la rendición y daban vivas a la lucha armada (parte de patrulla Roble). Sin embargo, los atacantes armados no habrían sido más de 10 (Gral. Valdivia a la Comisión en Los Cabitos 6.6.88).

 

                   En el ataque murieron el Cap. Arbulú, un sargento y dos cabos (en total 4 efectivos); resultaron cuatro heridos de gravedad y otros 11 lo fueron levemente; en total 19 efectivos afectados.

 

                   Los subversivos sustrajeron 11 fusiles FAL, 8 granadas INSTALAZA anti carro, aproximadamente 3000 cartuchos y otros pertrechos.

 

                   2.       La población civil manifiesta que el 13 de mayo se celebrara la fiesta patronal de Cayara. “A eso de las 9.00 de la noche... pasaron dos vehículos ... con soldados... que hicieron disparos al aire”...; “como a los 10 minutos se sintió una fuerte explosión e inmediatamente una balacera que duró aproximadamente unos 45 minutos” (sic. Victoriana Meza García). La población se alarmó, “todos en el pueblo habían salido de sus casas y estaban alborotados comentando de que seguro había sido un ataque de los senderistas y que ahora vendrían los militares a tomar represalias con el pueblo... Mucha gente prefirió salir esa noche... hacia las punas... hacia Jeshua... y otras a sus hatos y alrededores” (sic. Máximo Contreras Monzón). La población tenía temor que se reeditase lo que dicen ocurrió en abril de 1986, “entre el 8 y el 12 hubo acciones... militares (en represalia) contra la gente del pueblo... violaciones, muertes y también incendios...” (sic. Victoriana Meza).

 

                   La Comisión señala que el testimonio sobre la duración del ataque subversivo, que aquí se da, difiere radicalmente de la versión militar que sostiene que “duró aproximadamente hasta las 4.00 horas”.

 



*           General José Valdivia Dueñas a la Comisión (entrevista en Los Cabitos, 6-6-88).

[ Índice | Anterior | Próximo]